LA LLAMA
Siento el alma
como la luz de una vela,
presa de temblor
agitado
con el mínimo aliento.
Encerrado
en un cuerpo finito,
que el tiempo
va avejentando sin remedio,
tiembla el alma
como una llama de vela,
y se consume
a la vez que quema
el aire con que tiembla.
El cuerpo, la cera,
la llama, el alma.
Soy una vela
consumida en el aire.
JSR©